ZEUS (JÚPITER) Y EL OLIMPO
Iconografía:
La iconografía se va fijando
mucho más en el s. VI a.C. Ya siempre tiene barba, se viste con mucho lujo e
incorpora sus atributos típicos:
- Águila (también el cuervo, el
animal de la adivinación).
- Toro (gran sacrificio a Zeus): A
veces. También otros animales.
- Cetro: Típico de los
reyes de la época arcaica.
- Rayo / Fulmen: Tendrá una
curiosa evolución a lo largo de los siglos, pero en él siempre se funden tres
partes.
- Corona: Normalmente de
hojas de roble (atrae los rayos), aunque también puede ser de olivo (Zeus
Olímpico), de laurel, o similar a las que llevaban
los reyes griegos en época clásica.
Su representación más
habitual en época arcaica es la del Zeus Keraunios, “el que lanza
el rayo” (s.VI). Se va desnudando
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Representaciones de Zeus a Través de la Historia
Siglo V
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Siglo XV
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Siglo XVIII
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Se fija la representación clásica de Zeus:
Sentado, con el cetro, a veces sujetando la victoria en la otra mano. De vez
en cuando lo encontramos en carro.
Zeus Olímpico, Fidias
(reconstrucción ideal): Cetro y victoria. Elementos decorativos con escenas
en las que interviene el dios, imágenes de sus hijos a ambos lados de la
cabeza
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Cambia la
iconografía, puesto que se vuelven a valorar los textos antiguos, con una
interpretación muy libre: Se recupera la idea de rey (corona y cetro); se le
viste con túnica y manto, lleva el rayo y va acompañado por el águila. A lo
largo de este siglo se intenta recuperar poco a poco la figura grandiosa de Júpiter.
Será el patrón de los reyes, duques, condes,
etc.
Tarot de Mantegna.
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Pero hacia el s. XVIII, Júpiter
empieza a personificar el mal; el monarca absoluto. Con la Rev. Francesa
desaparece por completo su iconografía. En el s. XIX hay intentos, escasos y
curiosos, de volver a su grandiosidad.
- Tetis suplica a Zeus por Aquiles,
Ingres: Intento claro de recuperar el lenguaje grandioso de la Ilíada.
- Sémele, Moureau: Convierte a Zeus en el padre de todos los
dioses, mezclando atributos de todas las divinidades de las diferentes
religiones: No barbado y con la cítara (Apolo), rayos en forma de cruz que
surgen de su cabeza (Cristo), trono inspirado en las grandes divinidades
indias…
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Las “compañeras divinas”
de Zeus
Metis: “La prudencia”, la más sabia de todos las dioses según Hesíodo, fue la
primera compañera elegida por Zeus, aun antes de la Titanomaquia. Fue ella la
que preparó el brebaje que hizo vomitar a Crono a todos los hermanos de Zeus.
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Eurínome: Hija de Océano y madre de las Cárites
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Deméter: De su relación con Zeus nació Proserpina (Perséfone).
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Mnemosine: La Memoria. Con
ella se acostó Zeus nueve noches en el monte Pieria. Al cabo de nueve eses nacieron, en nueve días consecutivos,
nueve hermanas: las Musas. Aparece muy raras veces representada, pero se la
reconoce fácilmente porque siempre va con sus hijas (suele llevar cartela).
No
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Dione: En el Epiro se la consideraba esposa de Zeus; probablemente sea una
diosa de origen local, aunque puede que tuviera un alcance muy superior, ya
que su nombre es Zeus en femenino. Podría haber sido la esposa primitiva de
Zeus para los indoeuropeos, antes de que éstos llegaran a Gracia e
incorporasen a Hera.
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Leto (Latona): Madre de
Apolo y Ártemis. En principio debió ser una diosa neolítica, posiblemente del
sur de Asia
Menor, ya que hubo santuarios dedicados a ella en esa región durante toda la
Antigüedad.
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Maya: Madre de
Hermes. Debió ser muy importante en época primitiva, pero en época histórica
acabó siendo simplemente una ninfa de la Arcadia. No tuvo apenas culto
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Frontón del
Partenón, Fidias, s. V a.C.
El Olimpo
Tras la
Titanomaquia y el reparto del mundo, el Olimpo se conforma: Primero se
consideró que era un lugar físico, el mismo monte Olimpo, ya que era el más
alto de toda Grecia, pero también debió ser relativamente pronto cuando se
empezó a considerar que eso era demasiado vulgar, y que el Olimpo era un lugar
indefinido en medio del Cielo.
Doce dioses
principales:
Zeus
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- Poseidón
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Apolo
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Hera
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Afrodita
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Apolo
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Ártemis
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Hermes
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Ares
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Atenea
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Hefesto
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Deméter
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Hestia, Dionisos y Heracles
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LAS AMANTES DE ZEUS
Como dios supremo de la fecundidad, Zeus es padre de
múltiples hijos. Ya hemos visto a sus “compañeras divinas” antes de su
matrimonio con Hera, pero en época micénica se planteó el problema de cómo
adjudicar a Júpiter tantos hijos que iban surgiendo en las diferentes regiones
de la Hélade. Por fin se acordó establecer una serie de infidelidades por parte
de Zeus, que no eran condenables como en el mundo de los hombres, ya que el
dios supremo estaba por encima de los criterios y de las leyes humanas.
Ya Homero
intentó elaborar una lista de “amores” de Zeus, y después de él muchos otros
autores. Todas ellas coinciden en sus inicios, en las amantes más principales,
pero después se dan nombres diferentes en unas y en otras, de amores menos
importantes. Ya en la Antigüedad existen obras-catálogo de amores:
Mosaico
de la Casa de la Condesa de Lebrija, Sevilla
Amantes de Zeús
Alcmena: Madre de Heracles. No se la representa porque es
prácticamente imposible, ya que unos personajes se disfrazan de toros y no
hay manera de reflejar eso.
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Pastum(350-325 a.C) Britsh Museum
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Egina: Hija del dios-río Ásopo. Zeus se le presentó con
todas sus armas y revestido de fuego (paralelismo con Sémele), por lo que
quemó a su padre.
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Es también difícil de representar (por la figura de
Zeus en majestad), y también es menos importante.
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Calisto: Es una figura tremendamente antigua, hija de Licaón
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Vaso del s.
IV a.C.: Calisto transformándose en osa.
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Europa: Es una de las
leyendas más antiguas. Supuestamente la biznieta de Ío, una princesa nacida
en Fenicia, raptada por Zeus y llevada de vuelta a Europa: Su leyenda es la
explicación a la vuelta a Grecia de los descendientes de Ío, tanto Europa
como su hermano Cadmo, fundador de la Tebas griega (idea de la influencia
asiática en Grecia y viceversa).
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- Rubens
(copia de Tiziano).
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Sémele: Madre de Dionisos y convertida en diosa por éste
(Tione). Es la única mortal de la mitología que tiene por hijo a un dios
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Vaso griego:
Dionisos y Sémele.
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Dánae: Acrisio, rey de Argos, encerró a su hija
Dánae en un sótano para que no pudiese concebir ningún hijo, ya que el
oráculo había profetizado que su nieto lo mataría; pero Zeus, enamorado de
ella, la fecundó en
forma de lluvia de oro que se
filtró por el techo del sótano. Enterado el rey de esto, una vez que Dánae
dio a luz a su hijo Perseo, los introdujo a ambos en un cofre cerrado y los
echó al mar.
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Burne-Jones,
Klimt)
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Ganimedes: Es el único amor homosexual de Zeus, en la figura de
un príncipe troyano muy antiguo, hijo de Tros. Para Homero, Ganimedes fue simplemente
“el más bello de los hombres mortales”, y habría sido raptado por los dioses
y llevado al Olimpo, donde servía como escanciador de Zeus.
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Cellini:
Ganimedes de pie con el águila a su lado (restauración de un torso antiguo).
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Lea :
Según relataban las Ciprias (poema épico del s. VII a.C.), Zeus se
enamoró de Némesis, una deidad menor (personificación de la justicia divina o
la “venganza de los dioses”), y la quiso hacer suya. Ella huyó
transformándose en diversos animales, hasta que cuando se convirtió en oca
Zeus la alcanzó bajo la forma de un cisne y la poseyó. El huevo que puso
Némesis le fue enviado a Leda, esposa de Tindáreo, rey de Esparta. De aquel
huevo nacería la famosa Helena de Troya,
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Lutróforo 350- 340a. c
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LAS HERMANAS DE ZEUS: HESTIA [VESTA], DEMÉTER [CERES] Y HERA [JUNO]
Hestia
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Imagen
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Esta diosa es estable y está perfectamente
localizada: simboliza el fuego del hogar, en torno al cual se reúne la
familia en todas las culturas, y protege así la prosperidad de la casa
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Esta diosa
“es” el propio fuego, por lo cual siempre se mantuvo cierto aniconismo con
respecto a su figura. Aparece muy raramente en iconografía, y cuando lo hace
es junto a otros dioses
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Deméter
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Es una
diosa antiquísima; se la considera la “diosa del Neolítico” al ser la
protectora de la fecundidad de la tierra provocada por la actividad humana.
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- Pieza micénica: Dos diosas y un
diosecillo. Quizá Deméter y Perséfone con un dios menor del su círculo.
Sus
atributos son la espiga, la cornucopia, las antorchas y otros elementos, como
el cerdo (era el animal que se le sacrificaba, los sacrificios estaban
restringidos exclusivamente a las mujeres).
Deméter del Prado
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Hera
Es
posiblemente el caso más claro de cómo en la Antigüedad mitología y religión
van cada una por su lado: Juno es la esposa burlada de Júpiter, pero Hera es
la gran diosa griega.
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- Rembrandt, Juno: Como una reina.
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POSEIDÓN [NEPTUNO] Y LOS DIOSES DEL
MAR
Según la teoría más
aceptada,
Poseidón pudo ser en origen
el dios indoeuropeo
de los caballos,
cuyos
cascos
atronaban las grandes estepas. Cuando estos pueblos llegaron
a la Hélade, descubrieron que allí
la única superficie plana que había
era
el mar. Asimilaron entonces a su antiguo dios
a un dios marino, aunque se le
siguieron ofreciendo
sacrificios de caballos, e incluso
se inventó un híbrido entre caballo y pez, el hipocampo, para que el dios no perdiera su
montura. Otra hipótesis pretende que Poseidón
tuviera
su origen en un dios subterráneo pre-indoeuropeo.
Nereo y Pr oteo, los “Viejos del Mar"
Nereo Al ser sustituido por Poseidón como
dios de los mares,
Nereo fue relegado a una imagen
subalterna, convirtiéndose en el prototipo de “Viejo del Mar”,
un dios menor y venerable cuya principal
característica era su infinita sabiduría y su
afán por dar consejos
a los marinos.
Proteo la Odisea lo presenta
como un viejo dios marino
que se encarga de apacentar las
focas de Poseidón, y que habita en la isla de Faro,
junto a la desembocadura del
Nilo. Allí lo encuentra Menelao cuando
intenta
regresar a Esparta desde Troya, y tiene lugar
un suceso
parecido al de Heracles con Nereo.
Sin
embargo, no hay ninguna representación
segura de este
mito.
Dos esculturas de Proteo, jardines
de Versalles
Poseidón [Neptuno] y Anfitrite
Poseidón era hermano de Zeus y Hades, y fue un dios
conocido en Grecia ya en el II milenio A.C., puesto que su nombre aparece en tablillas micénicas.
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Atributos, porta el
tridente o cetro en
una
mano y, a veces, un atún o un delfín
en la otra. Suele aparecer de pie, montado en un toro o cabalgando alguna criatura marina:
su hijo Tritón, un hipocampo
o un hipalectrio (híbrido entre caballo y ave). Muchas
veces
aparece con su
esposa Anfitrite asistiendo a
las reuniones de dioses,
cuando va sobre un carro
tirado por caballos.
Poseidón de Artemision, h. 460 a.C.
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Anfitrite es una nereida de la que
Poseidón se enamora al verla bailar junto a sus hermanas en la isla de Naxos. El dios
la rapta y se la lleva a las profundidades del mar, pero ella logra huir y se
refugia en el
Océano. Pero un delfín la descubre
y la convence de que su destino es
ser reina del mar, por
lo que ella acepta volver junto a Poseidón,
en un retorno triunfal en el
que la acompañan múltiples criaturas y deidades marinas.
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Carece de atributos y casi
de mitos propios, y siempre aparece asociada a su
marido, tanto en el mar como en el
Olimpo. Puede llevar una diadema regia o una simple vestimenta nupcial.
- Copa de
Onésimo, h. 500 a.C.:
Recibe
a Teseo y Atenea
 |
Nereidas, tritones y monstruos
marinos antiguos:
·
Las Nereidas:
Las cincuenta
hijas de Nereo
constituyen
el núcleo básico
de este conjunto de seres
Cada una tiene su propio nombre, y todos
aluden a la belleza,
el sosiego, el
movimiento,
la armonía y la agilidad; evocan
el movimiento de
las olas cuando la mar está en calma.
Se las representa como
jóvenes doncellas danzantes, o bien hilando y cosiendo junto
a su padre o en
la morada de Poseidón.
En época clásica llevaban
túnicas y mantos
sacudidos por
la brisa, y se
las evocaba en contextos funerarios, para que acompañasen
al difunto en su viaje
a las Islas de los
Bienaventurados.
·
Tritones:
Tritón se le
consideró durante
siglos
un “Viejo del Mar”, y así se le representaba en los ss. VI y V a.C.: como
un anciano con cola pisciforme, al
que se le confundía muchas veces con
Nereo, sólo diferenciándose en el color
de su barba (la de tritón es
negra y la
de
Nereo blanca). Incluso el mito de Heracles
varió, de manera que éste
apresaba a
Tritón y no
a Nereo;
la
razón es lógica: a Tritón
tbn se le atribuía la sabiduría
de un profeta.
·
Monstruos marinos: Los más frecuentes son:
Hipalectrios:
Sólo aparecen
en
el s. VI a.C.
Hipocampos: Son los más
duraderos, pues recorren
desde el arte minoico toda
la
Antigüedad, y aún se
ven en Bizancio h. 1000 d.C.
Ictiocentauros: Surgen el en s.
III a. C., y tienen muchas
variantes posteriores:
pueden tener las patas delanteras en
forma de aletas, llevar en la frente
cuernos o pinas de cangrejo, y a veces van
acompañados por ictiocentauras.
El Ceto: Serpiente o dragón
de
mar que envía Poseidón cada vez que quiere castigar
a alguien.
Heracles y Perseo se enfrentarán a él.
Surge a mediados
del s. VII a.C. con esquemas
muy variados: una cabeza de animal rugiente sin cuerpo visible,
un pez con tres cabezas
de fieras, o una serpiente con
cresta en el
lomo
y cabeza de perro.
Sin embargo, en
el
clasicismo se fijó
su iconografía: se le colocaron
unos cuartos delanteros (patas
o aletas) que le ensancharon la
parte central del tronco,
se le alargó el
cuello y se le colocaron uno
o dos cuernos sobre el
morro.
Así llegó a la época romana, y así lo
recogieron los paleocristianos
para reconvertirlo en
el “cetáceo”,
la ballena, que
se tragó a Jonás.
HADES [PLUTÓN] Y LOS INFIERNOS
Los hombres de la
Prehistoria pensaban, al
parecer,
que los difuntos mantenían
una vida aletargada dentro
de sus sepulturas; la
idea de un Mas Allá no
existió en Grecia
hasta el II milenio a.C.,
cuando
surgió, por influjo egipcio y mesopotámico, un reino
de los muertos gobernado por
Hades y llamado con este
mismo nombre, “el Hades”. En cuanto
a sus características y organización,
se discutió mucho.
Iconografía de Hades
La descripción
más
antigua del
inframundo
en la literatura
griega la encontramos en la Odisea de
Homero (caps. X-XI),
cuando Ulises debe bajar
allí para consultar al
alma del adivino Tiresias.
Odiseo y sus compañeros
atraviesan
el Océano hacia el
noroeste y llegan a
la costa de los infiernos, donde hacen
sacrificios y libaciones; a ellos
acuden las almas, atraídas
por la sangre, surgiendo del Érebo. Estas almas son inasibles, y su existencia es
muy triste, como lo demuestran las declaraciones
de Aquiles o del rey Minos, y la visión que tiene Ulises de Heracles, Orión o los
“grandes condenados”
(Ticio, Tántalo y
Sísifo).
Esta esquemática descripción
del Hades (ya que Odiseo no entra, sino que se queda en el umbral), dio
lugar al llamado “Hades épico”,
base de todas las
concepciones posteriores del Más Allá, en el cual se congregaba una masa indefinida
de muertos en una situación
bastante triste.
|
| Delacroix, La barca
de Dante.
Mitos de Hades
Sólo existe uno: el rapto
de Perséfone. Según Ovidio,
tiene varias fases:
1. Momento en
que Eros hiere a Plutón con
su dardo y éste se enamora de Perséfone.
Es un tema muy poco representado.
2. El rapto: Plutón
surge de la tierra montado en
su carro tirado por
caballos negros y se
lleva a Proserpina
a los infiernos. Apd las
primeras representaciones, se ofrecen dos
posibilidades: o bien que la diosa
aparezca dignamente junto
a su futuro esposo, o bien que parezca un
rapto tal y como lo relata Ovidio en las Metamorfosis; es
ésta la imagen que
se impuso y que perduró durante toda la Antigüedad y en la Edad
Moderna. Además del significado
básico,
es un símbolo de supervivencia; el
alma llevada a los infiernos por
la muerte, pero
que
después volverá a la
vida.
Rubens. El rapto de Procerpina
 APOLO, HELIO [SOL] Y SU CICLO: EL
MUNDO DE LA CLARIDAD
Apolo es
uno de los grandes dioses con un origen más confuso y una lista de atribuciones de lo más
diversificadas. Fue un dios
único, pero su evolución histórica lo fue
acercando
paulatinamente al mundo de
la claridad, hasta
tal punto que acabó asimilándosele
con otro dios primitivo: Helio
[Sol].
El proceso
de asimilación de ambas
deidades fue largo y complejo. Durante
el Medievo el Sol se mantuvo en la imaginería astral, y al
llegar el
Renacimiento y resucitarse las Metamorfosis,
se impuso la idea de que Apolo y Helio
habían sido uno solo en
la Antigüedad, y como
tal
se empezó a representar
al Sol
con la iconografía del
Apolo clásico, incluso en mitos
que eran exclusivos de
Helio. Así se ha mantenido
hasta la actualidad.
Apolo de Mantiklos, princs.
S. VII a.C.
 
AFRODITA [VENUS] Y EL ÁMBITO DEL
AMOR
Afrodita en la Antigüedad:
Afrodita es la diosa griega del amor,
entendido más bien
como amor erótico: Rige el
deseo
sexual,
simbolizando la belleza,
base del atractivo erótico, y domina todas
las facetas del
amor y la fertilidad. En este
sentido, sus funciones lindan con
las de Hera, fundiendo
sus límites, pero
sin chocar; Afrodita
protege la prostitución (incluso
la
sagrada que se practica en sus templos), pero
tbn asume como propio el ámbito
de la boda y el amor
conyugal.
La existencia de
una diosa del amor y el
sexo puede remontarse al paleolítico, y en
Grecia surgió
una deidad prehelénica al
superponerse dos figuras:
una
de ellas indoeuropea,
hija de Zeus y Dione, y otra oriental, nacida
de
los genitales
de Úrano cuando estos cayeron al mar tras la
castración de éste a manos
de su hijo Cronos (aphrós es “espuma del mar” en griego).
Ésta última era la
Astarté fenicia
adorada en Chipre,
vinculada a su vez a la Ishtar mesopotámica y a otras
diosas de la Anatolia
primitiva. Que Afrodita era Cipria
(“chipriota”) era algo bien conocido
por
los griegos.
Afrodita de Fidias
 Venus de Milo Afrodita Púdica
Eros
[Cupido,
Amor] en la Antigüedad:
Eros personifica el
deseo amoroso, por lo que
su imagen primitiva como
“el
más
bello de los dioses inmortales”, más antiguo que Afrodita y energía primigenia
que
relacionaba a todas
las demás (Hesíodo),
se perdió enseguida. A
princs del s. VI a.C.
Safo
dio una descripción nueva del dios,
como un jovencito
alado vestido de púrpura, y esta imagen será la que se impone en el Clasicismo: un
joven alado, delicado y
rubio, que acompaña a Afrodita y que puede desdoblarse en varios Erotes (difs
manifestaciones del
amor).
  
Dioniso [Baco]
en la Antigüedad:
El origen de Dioniso es muy probablemente
tracio y frigio. Era un dio muy antiguo, en
un principio vinculado
a la vegetación y a la fertilidad. Llega a Grecia en el II milenio a.C.
(tablillas micénicas), y pasa a ser
un dios campesino, de la vid y el
vino.
Su papel será esencial en
la religión, en
la que entra apd s. VII a.C.,
formando parte de los
Doce
Dioses Olímpicos, a pesar
de ser, en principio, un semidiós,
hijo de Zeus y de una mortal (Sémele). Desde
su entrada en Grecia se le liga a ceremonias rituales y orgiásticas
(música frenética,
bailes), que le pondrán muy en
relación con el
teatro, y en concreto con la comedia.
Hay dos términos
relacionados con
Dionisos que conviene conocer
desde el
principio:
Enthousiasmós =
trance de los adeptos
al dios, al introducirse éste en sus cuerpos. Se manifestaba mediante
bailes
frenéticos, al son de
una música ensordecedora y un ritmo excitante.
Omofagia =
descuartizamiento
de animales que luego
se
comían crudos, considerando
su carne como la del
dios, que de ese modo se introducía en
sus cuerpos.
Dioniso estuvo íntimamente
relacionado al
mundo
funerario (apd s. IV a.C.) y a los ciclos de
la muerte y la
resurrección, como todas las deidades de la naturaleza; por tanto, se celebraban en
su honor unos misterios,
tbn orgiásticos, que aseguraban
una existencia
feliz en
el Más Allá.
Baco,
Caravaggio
(1591
 
Fresco, pompeya
ATENEA [MINERVA] Y HEFESTO [VULCANO]
A pesar de ser dos
dioses muy diferentes
en
rasgos e importancia, tuvieron un momento
de culto conjunto: en el Hefesteion de
Atenas en el s. V a.C. Y no debemos olvidar que, a pesar
de sus diferencias, sus campos de acción
se solapaban, y que ambos
eran dioses de
la artesanía y las
artes.
Atenea [Minerva]:
Atenea [Minerva]
desde la Antigüedad a la Edad Moderna:
Atenea empezó
siendo una diosa prehelénica de la
casa;
de ahí
le
vienen dos de sus atributos:
las
serpientes y la lechuza, y el sobrenombre
glaukopis
(“la de ojos de lechuza” / “la de ojos claros o glaucos”). Tbn desde muy pronto
protegió el olivo,
una de las plantas más útiles para los habitantes
de
la Hélade.
Durante el periodo micénico se
la venera especialmente en el
Ática, cuya capital
lleva su nombre, y esto hace que se la
incluya dentro
del panteón olímpico,
además
como hija de Zeus.
Su protección de la casa pasa a ser protección
del palacio y el
monarca; aparece como consejera de los reyes y jefes
militares.
Ese nuevo patronazgo
determina su imagen clásica: es una diosa virgen (no
acepta el dominio
de nadie), armada y muy sabia (virtudes
de los monarcas = fuerza y prudencia).
Pero tbn se hallan
bajo su
protección todas las actividades
artesanales, exceptuando los trabajos de fundición,
que quedan para
Hefesto. Su
imagen, por
tanto, ya está fijada en época homérica (s.
VII
a.C.).
En cuanto a sus representaciones
en el arte, se ha buscado
a Atenea ya en figurillas
de época creto- micénica;
pero cuando realmente aparece sin
duda su imagen es
en el s. VII a.C., y pueden ser
de dos
tipos: una iconografía indiferenciada del resto
de diosas arcaicas, sedente y con
atributos variados; y otra
que surge al mismo tiempo y sí es muy específica de la diosa:
la
de guerrera.
En sus inicios aparece con peplo y portando
un escudo, una lanza y a veces un casco. En el s. VI a.C. se le incorpora la
égida
protegiendo su pecho (la piel de la
cabra Amaltea,
regalo de Zeus) y el gorgoneion en
el escudo. A meds de siglo surgen
dos prototipos, muy parecidos,
sólo diferenciados
en la posición de las piernas:
la
Atenea Paladia las lleva rectas y con los pies juntos, y la Atenea
Prómaco las separa. En esta
época tbn se
la empieza a llamar Palas.
La primera fórmula se mantuvo como
icono
inalterable, pero fue la Atenea
Prómaco la que hizo evolucionar la figura de la diosa:
Frontón de los
Pisistrátidas en la
Acrópolis
Atenea
Prómaco
Atenea
Lemnia
Hefesto [Vulcano]:
Hefesto [Vulcano] desde
la Antigüedad a
la Edad Moderna:
Desde muy antiguo, Hefesto fue
el dios de la metalurgia, y por
tanto tenía el
problema de su especialización: Es
un patronazgo muy concreto y algo apartado
de
los demás dioses debido a su consideración como actividad artesanal
o arte menor.
Tiene una sabiduría muy particular,
popular (alquimia), y es una actividad con
la que difícilmente se sale de la pobreza; se relaciona con
la escasez de
recursos y de inteligencia (fuerza bruta). Los
herreros son los que ejecutan las ideas
de otros, pero no tienen el
poder grandioso de la creación artística. Es la parte artesanal
del arte, en contraposición
a Atenea, la parte más alta y espiritual.
Al principio,
tendrá tbn el mismo problema que Dioniso:
que es un dios popular, y por tanto
tenido en
baja consideración. La diferencia
es que Dioniso ascendió
meteóricamente, mientras
que Hefesto no salió de su
papel
se artesano
más
que en una época:
el Clasicismo, cuando
se le concede un lugar
entre los Doce Olímpicos;
pero, aun así, el Hefesteion lo comparte con Atenea,
la otra diosa de las artes.
Hefesto, Rubens
HERMES [MERCURIO] Y ARES [MARTE]
Hermes y Ares comparten su filiación (ambos
son hijos de Zeus) y el
ámbito
que rige: las relaciones entre los dioses, héroes y hombres.
Pero
el uno excluye al
otro, ya que la concordia y la
negociación
excluyen
el uso de la fuerza y los
ejércitos. Por lo tanto, son
dos caras de la misma moneda, y totalmente opuestos.
Hermes [Mercurio]:
Hermes [Mercurio] desde la Antigüedad a la Edad Moderna:
De los orígenes
de
Hermes no se sabe apenas nada,
aunque aparece ya en tablillas micénicas de varios palacios. Se supone
que nació en la Arcadia preindoeuropea, en
el monte Cileno, y por lo tanto, en época
micénica se habría
extendido ya por toda Grecia.
Sus funciones primitivas eran la de acompañante de las
almas al Más
Allá (psicopompo), protector de los mercaderes y caminantes y defensor de los campos y la
fecundidad
de los
animales. Hay autores
que piensan que su evolución fue ésta, que fue derivando
de un campo a otro; otros opinan
que es la contraria.
Sea como fuere, el caso
es que Hermes era hijo de Zeus y Maya y que tenía un
amplio
abanico de atribuciones similar
al de Atenea:
En primer
lugar es el mensajero
de los dioses, relegando de
este papel a Iris. Obedece a lo
que se le manda, sobre todo si es
su padre quien lo hace, y no usa
la violencia
a menos que
sea imprescindible.
Es el guía por
excelencia,
protector de los viajeros. Acompaña a las
almas de los héroes al Más Allá,
y conduce a los
pastores y sus rebaños a los
mejores campos.
Esto le convierte también en
un dios de la fecundidad, tanto
de las reses como
de los campos. Como acompañante
de Zeus
en sus aventuras eróticas, él
mismo
tiene amores
con algunas
ninfas, de modo que uno de sus atributos principales es
el falo,
que aparece en
los hermas. El falo
se convertirá luego, en
Roma,
en símbolo de la buena suerte.
Hermes
puede también transmitir
el poder de la monarquía a ciertos
hombres; protege a determinados reyes y héroes,
pero también ayuda a medrar a las
clases llanas,
protegiendo el intercambio e incluso
el robo. Esto se debe a su mente extremadamente sagaz y astuta, que
explica algunas de sus otras funciones subsidiarias: el conocimiento
de las plantas, la invención
de instrumentos musicales…
Friso del
Partenón,
Fidias
(h. 440 a.C.)
Ares [Marte]:
Ares [Marte] desde la Antigüedad a la Edad Moderna:
El mero nombre del dios Ares
viene de la palabra homérica are,
que significa
desgracia. Realmente, es
poco más que la personificación
de la fuerza destructiva de la guerra.
Por
ello, es difícil concretar su origen, ya que el mundo
bélico era
algo muy extendido en
todas las culturas primitivas.
Sin embargo, paree que podemos situar su llegada a la
Hélade con los indoeuropeos, y allí
iría
incorporando rasgos de
otro dios local. Aparece ya en las tablillas micénicas como hijo de Zeus y Hera.
Ya Homero lo presenta como
un ser odioso, primitivo y brutal, detestado
incluso
en el Olimpo, donde los demás dioses se apartan de
él y se burlan. Es tbn
mal aceptado entre los hombres, y sus escasos
templos se sitúan a las afueras
de las
ciudades, para evitar que su fuerza destructiva provoque daños
en ellas.
Debido a esto, su
iconografía no es muy abundante en
Grecia.
No nos ha llegado ninguna imagen
arcaica, pero
por los textos literarios deducimos
que
se le representaba como
un hoplita barbado,
con casco corintio, coraza, grebas,
escudo y lanza o
espada.
En as hileras de dioses suele
aparecer al
final.
Sin embargo, a fins del
s. VI a.C. empiezan a darse variantes en
su aspecto: a veces se afeita y puede reducir su armamento a
una lanza y el casco,
que se ven ya como atributos. A veces
puede llevar
una corona de laurel
que
simboliza la victoria.
Así llega al Clasicismo (s. V
a.C.):
- Ares
de
Alcámenes
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